Esta exposición temporal de la Fundació Joan MIró muestra como diversos artistas plásticos han incorporado a sus creaciones el sonido.
Gracias a nuestros sentidos podemos relacionarnos e intercambiar información con el mundo exterior. Esta exposición es un ejemplo de la correlación existente entre el sentido visual y el auditivo. La visita a la exposición me ha permitido recordar la estrecha relación existente entre el olfato y los recuerdos, entre el olfato y las emociones, entre el olfato y nuestro sistema nervioso.
LOS OJOS ESCUCHAN. EL OLFATO SIENTE
¿Y qué viaje realizan las moléculas volátiles al inhalar aceites esenciales?
Las moléculas volátiles del perfume viajan por la nariz. Cuando una molécula aromática llega a la cámara nasal las neuronas receptoras del olfato transmiten la información a los bulbos olfatorios, que se encuentran en la parte de atrás de la nariz y éstos envían mensajes directamente a los centros más primitivos del cerebro, al sistema límbico y al hipotálamo, regiones cerebrales responsables de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos y que además almacenan también los contenidos de la memoria y regulan la liberación de hormonas. Por tanto, regulan funciones vitales como la frecuencia respiratoria, la temperatura corporal, el apetito, la libido, el miedo, la ira, etc. El hipotálamo también controla la producción de hormonas como las sexuales, las tiroideas, las adrenales, y neurotransmisores como la serotonina y dopamina, tan importantes en el control del estado de ánimo.
Por este motivo, los olores pueden modificar directamente nuestro comportamiento y las funciones corporales.
Al estar asociado a la región cerebral encargada de la memoria, ocurre que ciertos aromas traen al sujeto que los percibe evocaciones de situaciones y de los estados emotivos asociados a estas.
Todos hemos experimentado los recuerdos que pueden aparecer al oler un perfume, una esencia o incluso un olor desagradable. Volver a oler las rosquillas que preparaba mi abuela me trae inevitablemente su recuerdo.
Podemos cerrar los ojos y no ver, podemos no ingerir un alimento y no degustar su sabor, podemos dejar de tocar pero no podemos dejar de oler. los olores nos envuelven y nos atrapan, nos seducen o desagradan pero siempre están presentes.
EL ARTE DE LA AROMATERAPIA, SUS AROMAS Y SUS EFECTOS.
Comments