Es habitual en nuestros encuentros de la tarde del viernes realizar distintas meditaciones para que nuestras prácticas sean amenas y variadas.
El pasado viernes día 4 iniciamos un ciclo de meditación en la vela. Es esta una técnica sencilla pero como toda nuevo aprendizaje requiere de constancia para notar sus beneficios. Es por ello que durante 3 semanas consecutivas llevaremos a la práctica la misma meditación. Con la práctica reiterada y constante adquirimos la habilidad de meditar al igual que ocurre con cualquier habilidad, tarea o ejercicio.
La meditación de la vela proviene de la tradición del yoga y se denomina Trataka, término sánscrito que significa observar, contemplar y podríamos traducirlo como mirar fijamente en contemplación.
Existen distintas técnicas de meditación, todas ellas enfocadas en mantener la atención interna o externa a nuestro ser. Cuando practicamos de mindfulness nos centramos en la respiración y en estímulos internos y externos que pueden recoger nuestros sentidos. En la práctica de trataka nuestra atención se centra en una vela, si bien podemos utilizar cualquier objeto, como una fruta, una planta, una flor, una fotografía, un mandala o un dibujo, en la naturaleza como las olas del mar o las estrellas en el firmamento o también podemos centrar la atención en nosotros mismos, en nuestro rostro, mirando fijamente la imagen reflejada en un espejo.
La meditación de la vela es muy adecuada cuando nos iniciamos en la meditación. Es muy fácil que nuestra mente divague y se distraiga con cientos de pensamientos al intentar fijar la atención en nuestro interior. Por ello, la atención en la llama de una vela nos ayuda a mantener la atención centrada y por tanto facilita el proceso meditativo.
Para iniciarnos podemos empezar con 10 minutos al día. Conforme nos vayamos sintiendo cómodos podemos ir incrementando el tiempo de permanencia ante la llama de la vela. Veinte minutos es un tiempo más que aceptable.
¿Qué beneficios podemos obtener si regularmente creamos una rutina diaria?
· Mejora nuestra capacidad de concentración
· Mejora nuestra memoria
· Disminuye el estrés
· Nos confiere un estado de paz y calma
· Nos volvemos menos reactivos ante situaciones imprevistas, demandas y relaciones
· Potencia el chakra ajna
· Favorece la relajación ocular
· Fortalece los ojos
· Y hay fuentes que indican que estimula la glándula pineal
¿Cuál es el procedimiento?
Buscaremos un lugar tranquilo, sin ruidos si es posible para facilitar la concentración.
Nos sentaremos cómodamente frente a una vela. Es aconsejable que ésta se encuentre a la altura de los ojos.
Inicialmente nos centraremos en nuestra respiración para ir relajando la musculatura. Respiraciones abdominales, a nuestro ritmo para ir acompasando la respiración a los latidos del corazón.
Empezaremos contemplando la vela, su llama, sus colores, destellos, movimientos, cualquier detalle que nos llame la atención.
Cuando nos encontremos relajados, fijaremos la visión en la llama y mantendremos la mirada fija en la llama sin parpadear. Cuando precisemos un parpadeo, cerraremos los ojos e intentaremos reproducir la imagen visualizada en nuestro entrecejo (chakra ajna). Recordaremos todos los detalles. Cuando se desvanezcan abriremos nuevamente los ojos para fijar nuestra atención visual en la llama de la vela.
Repetiremos este ciclo hasta contemplar los 10 minutos iniciales.
Os deseo una experiencia satisfactoria llena de sorpresas y paz.
Si os apetece, podéis acompañarnos el viernes día 11 a las 19h en el Centro Xué de Sabadell, en la Rambla, 62, 3º
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