Posiblemente muchos de vosotros queréis iniciaros en la meditación pero creéis que va a resultar difícil dominar la mente. La función de la mente es protegernos y ella hará todo lo posible para que estemos a salvo y fuera de peligro. Para ello, constantemente va a estar alerta.
Mantener un breve estado de calma y paz durante el día va a ser beneficioso para nuestra salud tanto física como emocional.
Observar una vela, su luminosidad, su llama es una técnica eficaz para aquietar la mente y ayudarnos en la concentración. La práctica reiterada de cualquier actividad puede convertirnos en maestros. Si de forma periódica ejercitamos la concentración y la introspección, la mente dejará de dominarnos y seremos capaces de relajarnos para dejar atrás estados de ansiedad y nerviosismo que tanto nos abruman en la época actual y para aquellos que padecen de insomnio va a ayudarles a conciliar el sueño.
Al realizar esta técnica con un objeto externo favoreceremos la práctica para posteriormente poder fijar nuestra mente en nuestro interior.
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