O NO TAN MAYORES
Según la OMS, Entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%.
Si echamos la vista atrás y pensamos cómo eran tanto a nivel físico, emocional, cognitivo o social lo que denominamos “personas mayores”, nada tiene que ver con las personas de más de 65 años actuales. Hoy en día, el concepto de la tercera edad se va desplazando en el tiempo y ya no comprende a personas con más de 65 años, sino que pasamos a contar a partir de los 80 o 85 años.
Lo que sí es cierto es que la aromaterapia es un complemento natural a las distintas necesidades que se plantean a la hora de buscar una calidad de vida, ayudar en los cambios biológicos que indiscutiblemente suceden y potenciar los procesos cognitivos.
Dado que el concepto tercera edad puede abarcar diferencias de edad de más de 30 años, no es posible generalizar sobre los beneficios de la aromaterapia en las personas mayores puesto que el abanico es muy amplio y las necesidades pueden variar de un individuo a otro. Si podemos dar ejemplos de los ámbitos de aplicación:
Aliviar el dolor
Cuidar el sistema digestivo
Disminuir el estrés y como consecuencia mejorar el descanso nocturno
Ayudar a mantener la vitalidad y favorecer un buen estado de ánimo
Prevenir infecciones, resfriados y gripes potenciando su sistema inmune
Mantener un buen estado de la piel
Afrontar con serenidad procesos de duelo o la propia muerte
Hoy vamos a dar un ejemplo para mantener un buen estado emocional.
Para ello, las respiraciones conscientes son fundamentales. Basta con colocar una gota de cada uno de estos aceites esenciales bergamota (Citrus bergamia) y naranja dulce (Citrus sinensis) en las muñecas, frotar suavemente e inhalar de forma profunda durante 9/10 respiraciones.
Otra aplicación muy práctica y efectiva es disponer de un difusor. Actualmente en el mercado existen modelos para todos los gusto estéticos. Para estancias de hasta unos 25 m2 un difusor de agua permitirá aportar un cierto grado de humedad. Recordemos que no se trata de humificadores, sino de difusores de aceites esenciales. Añadiremos de 4-10 gotas en función de las dimensiones de la sala. Difundir en intervalos de media hora, 3 veces al día.
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