El Kyphi, la “fragancia dos veces buena” es el perfume que más representa al antiguo Egipto.
Se empleaba en templos, en medicina, en momificación y como perfume personal.
Podía encontrarse en formato sólido, como unas pastillas para poder ser quemadas en los templos y esparcir su aroma gracias a la fumigación. En los templos formaba parte, junto a la mirra y el incienso, de las tres fumigaciones rituales que se efectuaban en los recintos sagrados. Los historiadores nos indican que empleaban incienso por la mañana, mirra al mediodía y el kyphi al atardecer.
Se administraba en el tratamiento de enfermedades pulmonares y hepáticas, ante problemas de estómago, picaduras de serpiente, dolores de cabeza, epilepsia, halitosis y como relajante. También se usaba como perfume personal, bien fuese aplicado en el cuerpo o en la ropa e incluso era utilizado para embadurnar el interior del féretro donde era colocada la momia, como uno más de los betunes y gomas que daban consistencia a la madera, y la impermeabilizaban al mismo tiempo que le conferían un buen olor.
Su composición está documentada, si bien sus componentes varían de una fuente a otra. En la época de Ramsés III (nacimiento 1217 aC) se conoce una receta de su composición pero a nosotros nos ha llegado bien detallada la receta de Plutarco y Dioscórides, ambos de los siglo I aC.
RECETA DE PLUTARCO (siglo I d.C):
“El kyphi se compone de dieciséis ingredientes: vino, miel, pasas, chufas, resina, mirra, aspálato: 2 mitades, 3 nardos, 3 trozos de buena canela, cyperus puro: 3 dracmas; la misma cantidad de bayas de junípero, gruesas y grasas, 9 dracmas de cálamo aromático, miel en cantidad suficiente, vino en dosis mínima”.
(1 dracma = 3.5 ml aprox)
(cyperus es el papiro (Cyperus papyrus)
RECETA DE DIOSCÓRIDES (siglo I d.C):
Dioscórides, médico y botánico romano, elaboró su propia receta, incluyendo uva pasa como base, resina y hierba de camello (Cymbopogon schoenanthus Heno de camello).
“Tómese medio “setier” de chufas (medio chopín, o la cuarta parte de una pinta, que viene a ser medio cuartillo escaso de nuestra medida de vino y la misma cantidad de enebro (junípero) muy graso; 12 mines (medida algo mayor que la fanega castellana) de pasas carnosas, sin pepitas; 5 mines de resina purificada; cálamo aromático, aspálato, shoenus: 1 mina de cada, mirra: 12 dracmas, vino viejo: 9 “setier”; dos minas de miel (algo más de dos fanegas castellanas).
Tras haber sacado las pepitas de las pasas, cortadlas y hacerlas una pasta con el vino y la mirra; moled también las demás sustancias, mezcladlas con las precedentes, y dejadlo macerar todo durante un día completo.
Coced la miel hasta que se haya conseguido una sustancia viscosa, fundid la resina, y mezcladla con cuidado con la miel. Finalmente, mezcladlo todo, moledlo con gran cuidado, e introducidlo en una vasija de barro.
Algunos, cuando no tienen canela disponible, en su lugar utilizan granos de cardamomo, preparándolos de la misma manera. El kyphi se bebe, a la dosis de un dracma, en todos aquellos casos de dolores hepáticos, pulmonares o de otros órganos internos”
(Aspálato: nombre dado a varias plantas espinosas parecidas al arbusto de la retama y a algunas maderas olorosas)
(shoenus: Son plantas perennes)
El perfume kyphi aparece descrito en el templo de Edfú , en la puerta que da acceso a la «sala del ungüento» y en el templo de Philae, del siglo II-I a.C. En ambos lugares figura la «receta para hacer el kyphi dos-veces-bueno para cosas divinas»… «para el uso en los templos».
Antiguo grabado egipcio que describe la elaboración del sagrado 'Kyphi'
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