EL PODER TRANSFORMADOR DE LOS ACEITES ESENCIALES

Parece magia. Los aceites esenciales son realmente transformadores. Las emociones, las creencias, las experiencias vividas condicionan nuestras actuaciones. Sin apenas darnos cuenta nuestro inconsciente dirige nuestras vidas.

Los aceites esenciales inciden directamente a nuestro sistema límbico. El olfato es el sentido que está conectado con la zona del cerebro que gestiona las emociones.

El sistema nervioso y el aparato respiratorio están íntimamente conectados. A través de la mucosa respiratoria en la cavidad nasal, la información olfativa llega a las neuronas olfatorias del cerebro. Así, cuando una molécula aromática llega a la cámara nasal, desencadena una serie de estímulos que impactarán en el cerebro en la región conocida como hipotálamo, perteneciente al sistema límbico. En esta región cerebral es donde se regulan funciones vitales como la frecuencia respiratoria, la temperatura corporal, el apetito, la libido, el miedo, la ira, etc. El hipotálamo también controla la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, tan importantes en el control del estado de ánimo.

La psicoaromaterapia es una disciplina que nos puede ayudar en nuestro proceso de cambio, crecimiento y mejora personal puesto que oler el aceite esencial adecuado a nuestro proceso, de forma plena, consciente, prestando atención a los estímulos corporales, emocionales, visuales, sensitivos y, como no, a nuestros recuerdos, tienen la capacidad de lograr cambios espectaculares en nuestro interior. En definitiva, poseen una facultad transformadora.