Qué es en definitiva el mindfulness? Es una práctica en la que entrenamos la atención para focalizarnos en un punto. Como es normal que nos distraigamos, vamos a entrenar la capacidad de darnos cuenta y refocalizamos nuestra atención en un foco que llamamos ancla, como puede ser el proceso de la respiración.
¿Y en qué nos ayuda mantener la atención centrada en un punto interno o externo de nuestro cuerpo en el cambio? Porque la atención es el motor de cambio de los hábitos.
Los hábitos son automáticos, inconscientes y no necesitan de nuestro control. A nivel de comportamiento podemos tener el hábito de gritar cuando nos sentimos agredidos verbalmente o de responder en forma de ataque cuando nos sentimos acorralados emocional o mentalmente, podemos tener el hábito de ser pesimistas, podemos tener el hábito de focalizarnos sólo en los aspectos negativos, y otros muchos que podamos tener.
El mindfulness, el practicar de forma habitual la atención, de la mano de los aceites esenciales nos pueden acompañar en el camino del cambio y del descubrimiento de nuevas formas de comportamiento.
Os voy a dar unos ejemplos de elementos en los que durante la práctica de la meditación podemos centrar nuestra atención:
Elementos internos físicos en nuestro cuerpo: la respiración.
Nos podemos centrar en la sensación de expansión y contracción del pecho o
La sensación del aire en la punta de la nariz
Elementos externos:
Una vela
Una imagen
Ejercicio mental:
Contar las respiraciones
Contar de 1 a 7 la entrada y la salida del aire
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